mamá mística

Hoy la protagonista de mis MM va a ser mi MaMá. Me resulta increíble que solo pueda haber una, quizás en algún universo paralelo...

Concretamente voy a hablar de los momentos en los que la comunicación madre-hijo roza el absurdo.

Recuerdo hace 7 u 8 años que mi madre no sabía qué regalarme por Reyes. Pasaban por su cabeza ya un pijama (que no sé para qué sirve), un albornoz (que tampoco) y múltiples comodines como esos (bufandas, carteras, ¡pero qué imagen tiene la madre de uno acerca de uno!). En fin, que se le ocurrió la idea maravillosa y me dijo:
-Oye D., a ti te gustan los tebeos de Los Simpson
Le respondi que no, que Los Simpson me gustaban más que comer pero que todos los productos secundarios me parecían una mierda cutrefeix.
-Ah, de acuerdo.

Como habréis adivinado, entre los regalos de Reyes estaba, muy bien envuelto, un cómic de Los Simpson.
-Muchas gracias, mamá, no lo tenía, me ha gustado mucho (guiño guiño)
Y lo más acojonante es la respuesta de la tía, perdón, de la madre:
-¿Pero no decías que no te gustaba?

:-O
:-O

y

:-O

El segundo suceso tuvo lugar hace cuatro o cinco meses. En la noche de San Juan mi móvil decidió deteriorarse, en tanto que J. hacía amiguitos merdes y yo hablaba con alguno sobre la imposibilidad de acceder al conocimiento de la realidad (¿por qué elegiría Filosofía en Selectividad?).
Con los puntos acumulados, mi madre consiguió un móvil nuevo. Al tiempo me preguntó qué tal era, y le dije que regular, por varios motivos.
-Vale, pues me das ese a mí, que no quiero fotos ni nada, y te buscamos otro.
A los dos días aparece en la casa con un móvil exactamente igual, con los mismos defectos, de forma que ahora tiene que abrirlo para asegurarse de que es el suyo (más de una vez se ha llevado el mío por equivocación).

En fin. Seguro que hay más, iré rebuscando.

Desde que no hay porros, esto no es lo mismo.

D