miércoles, 30 de septiembre de 2009

empezando con el pie derecho

Más bien con la mano, porque no paré de beber en todo el día. Resumiendo: sangriada del colegio mayor a las 18h30, no descansé ni para cenar (sobre las 11 quedábamos cuatro gatos), antes de las 12 volví al colegio al botellon que montaron en la comunidad de las verdes y luego para campus (no sin pelearme con un aleatorio primero; sí, tengo un problema). La versión larga de la historia me da mucha vergüenza escribirla y tampoco necesitáis que os cuente cómo la lio, porque ya lo sabéis. Lo que es digno de mencionar es que la sangriada estuvo genial, me eché las mayores risas y ahi va algún MM:

un cuarto de hora sin parar de reír con una novata, sin más, nos mirábamos, nos reíamos y nos volvíamos a reír

conversación con esa misma novata:

- me gusta mucho su camisa, yo también me la compré pero se la regalé a mi hermana
- ¿por qué?
- POR ESTO

y se agarra las tetas

De hecho creo que fue eso lo que desencadenó el ataque de risa, nunca el no poder llenar una camisa había dado tanto juego.

C

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