gragganta pofffunda

El karma ha decidido compensarme tanta felicidad física con una faringitis. Está bien, lo acepto.

Lo único malo es que dificulta la convivencia.

Anoche, a las 12 y media o así ya había conseguido dormirme (la última vez que me acosté tan temprano creo que todavía echaban Médico de familia [¿o era Farmacia de Guardia?]) cuando la angelical mano de mi hermano abrió la puerta y más tarde con su no menos angelical voz me dijo:

-D, vemos un capítulo de CCAVM??
-Gñgñgñgñ
-Ah, que estás dormido.

No, J, con la luz apagada, sin ningún ruido en la habitación y con los párpados cerrados, pero en realidad estoy memorizando los pasos del cha-cha-chá, no te jode.

Consigo dormirme de nuevo.

Esta vez me despierta mi madre:
-¿Tienes fiebre? ¿Tienes bien hecha la cama? Ay, que desastre... ¿Cómo puedes dormir así?

(Respuesta: sin voces familiares a mi alrededor)

Consigo dormirme de nuevo.

Mi padre, por último:
-D, ¿conoces este número: 9xx-xxxxxx?
-Sí, es el de P.
-Am, ¿y has hablado ya con él? ¿Lo llamo? ¿Borro el mensaje?
-Sí, he hablado con él. De hecho vino esta tarde sin avisar porque se iba de viaje. Fui a recibirlo en bata y con cara de Belén Esteban. Él iba acompañado de I.

Y me puse a pensar en I., un tío al que llevaba años sin ver y el cual, cuando le pregunto por su vida, contesta: "pues aquí estamos..."

Y ya no pude dormir. Llené la noche como pude: libracos que se reservan para enfermedades, películas subtituladas, apuntes, facturas -me estoy volviendo un ser muy aburrido-, toques a móviles apagados, etc.

Amanecí con una película francesa de los años 70. Viene mi padre:
-Estás en la gloria, ¿eh?

Viene mi madre:
-¿Tienes fiebre? ¿Qué estás viendo?
-Una película (evidentemente).
-¿Y esa escena de desnudo?
-¡Mamá, si es en blanco y negro!
-Ah, bueno.

Esta entrada se la dedico en un 70% al inventor del Desenfriol y en un 30 al del Anginovag, que ya le podía haber dado un sabor más rico y un nombre que sugiera menos una vagina infectada, ¡por dios!

D